Si Miguel se salva, será Presidente

Colombia en todos sus estratos está conmocionada. Nunca antes, que recuerde, se había presentado una situación similar: un precandidato presidencial sicariado por un ‘niño’ de escasos 14 años que le asesta tres balazos a plena luz del día con una sofisticada pistola, a sabiendas de que iba a ser cogido con las manos en la masa.

Si no es por la ambulancia que estaba a tiro de cauchera, habría fallecido a los pocos minutos y hoy ya estaría cremado, sometido a las leyes del olvido.

Pero como el destino es quien manda la parada, hoy está luchando contra la parca que se lo quiere llevar a pesar de que el país entero le apuesta a que se salve.

El atentado no fue planeado por principiantes. El hecho de que ese mismo día le hubieran dejado con solo tres de los siete escoltas que le acompañaban, es una clara muestra de que la conspiración venía desde bien arriba, y a lo anterior sumémosle las muchas personas que ya se detectaron que orquestaron la operación.

Empero, y a pesar de ello, no pudieron cumplir su acometida y hoy se está investigando hasta cuándo deban dejar las cosas así, habida cuenta el oscuro entramado que rodea esta situación que se le salió de las manos a sus actores.

¿Y qué va a pasar con Miguel? Que si se salva -y eso esperamos- y no le queda ninguna secuela, será a no dudarlo el próximo Presidente de la República de Colombia.

El fenómeno mediático de este drama, llevará a millones de connacionales a depositar su voto por él, y no les quepa la menor duda.

Miguel siempre ha sido carismático a lo que le ayuda su cara de ‘niño bueno’, su imagen familiar, el antecedente de ser hijo de una mujer a quien ordenó matar Pablo Escobar y buenos conocimientos de la cosa pública, del aparato legislativo, cercano a la empresa privada, nieto de uno de los expresidentes más astutos que ha llegado al solio de Bolívar y regiamente casado.

Sin demeritar a los otros candidatos (as), precandidatos (as) y los que vayan a aparecer, Miguel les lleva siglos de ventaja en reconocimiento, imagen favorable y cero imagen desfavorable, porque para muchos encarna una especie de legado del cielo.

Lógico que Gustavo Petro está haciendo ostias apostándole a que se muera, pero como no es Dios (aunque así lo sienta), se le está saliendo el tiro por la culata.

Ahora, si pasa lo que nadie quiere que suceda, salvo esa camarilla que escogió muy bien a esta promesa política de 39 años para matarlo y con ello aumentar la violencia y la inseguridad, y así llevarnos al tan ansiado caos, de todas maneras, lo que ha sucedido enmaraña aún más el panorama político del país.

 ***

Posdata 1. Qué fariseísmo el de Petro, mucho más allá de su conocido cinismo, dándose golpes de pecho y pidiendo minutos de silencio para rogar por la vida de Miguel.

***

Posdata 2. Ahora, más que nunca, nos unimos o nos hundimos, y ha llegado el momento de deponer la beligerancia, los celos, las envidias y los egos pesando más en el país que las ambiciones personales.

***

Posdata 3. Yo hablo bien de Cali. ¡Hazlo tú también!